El rendimiento de barrera de campos quirúrgicos desechables se refiere a su capacidad para actuar como una barrera eficaz contra la penetración de microorganismos y fluidos, evitando así la contaminación del sitio quirúrgico y manteniendo un ambiente estéril durante el procedimiento.
El rendimiento de barrera de los campos quirúrgicos normalmente se evalúa utilizando varias características clave:
Resistencia a los fluidos: los paños quirúrgicos deben diseñarse para repeler los líquidos, incluida la sangre y otros fluidos corporales, para evitar que empapen el paño y contaminen el campo quirúrgico.
Eficiencia de filtración bacteriana (BFE): BFE mide el porcentaje de bacterias que el material de la cortina puede filtrar. Los valores más altos de BFE indican mejores propiedades de barrera bacteriana.
Resistencia a la penetración viral: Mide la capacidad del campo quirúrgico para impedir el paso de virus a través del material.
Propiedades de barrera contra partículas: los campos quirúrgicos deben impedir el paso de partículas de diversos tamaños, incluidos microorganismos, para mantener un ambiente estéril.
Resistencia al paso de líquidos: evalúa la capacidad del paño para resistir la penetración de líquidos bajo presión.
Limpieza microbiana: el material del campo debe estar esterilizado antes de su uso y su limpieza microbiana debe validarse mediante pruebas adecuadas.
El rendimiento de barrera de los paños quirúrgicos desechables es crucial para prevenir infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) y otras complicaciones posoperatorias. Diferentes procedimientos quirúrgicos pueden tener diferentes requisitos para el desempeño de la barrera, y se pueden seleccionar campos específicos en función de la complejidad y el riesgo de la cirugía.
Los fabricantes de campos quirúrgicos desechables suelen realizar pruebas exhaustivas para evaluar el rendimiento de barrera de sus productos. Deben cumplir con las normas y directrices internacionales pertinentes, como las establecidas por organizaciones como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en Europa. Estos estándares ayudan a garantizar que los campos quirúrgicos cumplan con estrictos requisitos de calidad y seguridad antes de que sean aprobados para su uso en entornos clínicos.